Los países en desarrollo siempre están a la merced de las grandes potencias y sus políticas económicas y de gobierno. Al respecto, el economista Jorge González Izquierdo dijo que el alza del dólar en los últimos días es el resultado de un proceso de ajustes que está teniendo la economía mundial, tanto países desarrollados (fundamentalmente Estados Unidos) como los que están en vía de desarrollo.
En efecto, después de casi seis años, el dólar alcanzó este jueves su mayor valor. El tipo de cambio interbancario cerró en S/. 3.099 y, según informó el González Izquierdo, la divisa norteamericana seguirá al alza en los próximos meses.
La competencia entre las dos grandes monedas mundiales ha sido evidente, pues solo en lo que va del 2015, el dólar se elevó en 0.77 %, mientras que el Euro continuó debilitándose.
En este entorno, muchos peruanos entran en la incertidumbre sobre qué medidas deberían tomar si tienen una cuenta de ahorros en dólares o, peor aún, si están endeudados en esta moneda.
La mayoría de ciudadanos que tienen ahorros en dólares están entrando en una etapa de desesperación y ansiedad, pues pretenden aprovechar el alza que ha tenido la moneda norteamericana para cambiar su dinero a la moneda nacional. Sin embargo, Jorge González, explicó que es mejor esperar a que la divisa norteamericana se incremente aún más, situación que es inevitable. Por otro lado, están los empresarios que tienen deudas en dólares, pero reciben el monto de su sueldo en soles. A ellos, se les sugiere negociar con la entidad bancara en la que tiene la deuda para solicitar el cambio de moneda de su crédito. Lo más sensato sería conversar con el asesor comercial para conseguir un tipo de cambio preferencial y una tasa de interés similar a la que ya se tiene.
En relación a la competencia mundial, el euro está siendo aplastado por el dólar. “Ni te metas con el euro porque está cayendo. Está con -8 %, así que en nuestro país es una tontería tener euros. La economía de la Unión Europea está más enferma que la de Estados Unidos”, alertó González Izquierdo. El panorama del euro es desalentador y su futuro no luce prometedor.